lunes, 18 de enero de 2010

¿Y si no quiero hoy?

Y pasan los días después de la blanca navidad, y cumplidos los dos patitos, las desilusiones se incrementan cada día que sale el sol por el horizonte.
No se qué me pasa, me dicen que estoy apagada, sin el halo, sin el contagio de alegría que me viene de fabrica, pero me entran ganas de gritar al mundo que cada cual se busque su alegría, que la mia está de vacaciones! Además ¿Cuándo se a visto que una alegría sea perenne? ¿Por qué no puede esconderse un poco para salir más radiante que nunca? ¿Acaso es obligatorio ser como se es en cada momento que la vida corra por tu interior? No verdad? Son demasiadas exigencias para alguien tan pequeñito como yo. Y es que tampoco se puede abusar de las ganas de comerte el mundo, de las satisfacciones, porque dejan de saber igual... A mi, me gustan en su justa medida, sobre todo con naturalidad.

¿Existe alguna relación directamente proporcional con la climatología y los cambios de estado de ánimo? Quizás solo ocurra con personas que sigan teniendo algún tipo de vínculo con la naturaleza... yo sigo mirando las amapolas como un regalo preciado para los ojos... quizás sea eso, o simples divagaciones de una persona que teniendo demasiadas cosas que hacer prefiere delirar... pero siguen teniendo sentido, al menos para mi. Hoy no quiero sonreir, y si sonrío al final, que sea porque yo quiera! O... para hacer feliz a alguien, pero si y solo si me sale de dentro hacerla feliz.

"Si supieras cuanto tiempo gasto al día para no pensar en ti, si supieras cuanto daño me hace tu sonrisa en mi cabeza..."

No hay comentarios: