viernes, 22 de enero de 2010

Hasta las cejas

Se acordó de que su padre le pidió que comprobara la temperatura del agua en la playa. Ella tenía 5 años, y conn entusiasmo de poder ayudar; fue hasta la orilla y se mojó los pies:
-Metí los pies, y está fria.
En padre la cogió en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin ningún aviso la tiró dentro del agua. Ella se asustó, pero después se divirtió con la broma.
-¿Cómo está el agua?
-Está buena.
-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete en ella.

2 comentarios:

Silvia Muñoz dijo...

Pues eso...que nadie viva la vida por ti, que nadie aprenda por las experiencias ajenas, que tu vida sea sólo tuya...así los logros serán más tuyos también y tendrán un sabor mucho más intenso llenos de logro cumplido...Y A POR EL SIGUIENTE!!!!

Hacia mucho que no te leía...esto progresa a todo tren!!! Besos mil!!!

Ro dijo...

Estoy escondida detrás de los árboles que están al lado de tu camino, en mi camino, esquivando mis chinitas y saltando las piedras grandes... te ayudaré a saltar las tuyas si quieres... bueno, mejor dicho, te presto una cuerda porque lo mejor es aprender por una misma, porque siempre habrá piedras más y más grandes.

Sonríe incluso en los días de lluvia, pues esos días hay que sonreír precisamente porque llueve. Sal y mójate, y después llega a casa y date una ducha de agua caliente... es la mejor sensación de todas