jueves, 16 de febrero de 2012

Abracadabra


Érase una vez una hada madrina, pequeñita.

No era un hada normal, era un hada inestable. Que paradójicamente creía que era estable.

Mantenía una vida feliz, iba consiguiendo metitas, cumpliendo sueños de sus allegados, los suyos, y así iba caminando por el mundo que se creaba, sin más complicaciones a su alrededor.

Un día hubo un bajón, pero con magia y cariño lo superó. Siguió andando y andando, sueños, más sueños y... zacadilla!!!!!

Lo que el hada no sabe es que ese mundo sin complicaciones, era complicado.
Lo que el hada no sabía es que ese mundo complicado está lleno de sueños más grandes aún.
Lo que el hada ha de saber es que la paciencia es una virtud.
Lo que el hada quiere es seguir soñando despierta.

El hada es pequeña, pero grande.
Yo se lo digo siempre.

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