viernes, 6 de marzo de 2009

Lau y Cande, tienen un ángel de la guarda



Supongo que todos, cuando lo vemos, sentimos como se nos encoje el corazón. Yo, supongo que mi hermana, supongo que mi madre, y supongo que mi hermano. Cuando las manos del bebé rozan las de este hombre, vemos unas manos muy diferentes a las que representa este spot. No puedo evitar que se me salten las lagrimillas, son tantas las veces que he imaginado la carita que pondría si las tubiera entre los brazos. Lo felices que serian ellas, y la cantidad de cosas que se aportarían mutuamente. Y si él supera, la de veces que lo recordamos, la de veces que esas niñas lo harían sonreir, la de veces que... que gran hombre. Algún día, si me dejan, y llego a ser alguién, haré un homenaje parecido, porque siempre, siempre estará dentro de mí. Y dentro de todas aquellas personas que tubieron la suerte de conocerlo y dejó su huella.

3 comentarios:

Silvia Muñoz dijo...

Unas manos, las que hacian las caricias mas tiernas, las que en pleno delirio aun transmitian toda la fuerza y el cariño...lastima que ellas no lo vivan pero nuestro recuerdo tan vivo les transmitira su fuerza...y entre tanto igual nos seguira salvando...

Anónimo dijo...

q bonito :)

besos!!

Anónimo dijo...

tienes un regalo en mi blog!!

besos ;)