domingo, 5 de julio de 2009

De princesas y principes

Había una vez un campesino gordo y feo que se había enamorado (¿Cómo no?) de una princesa hermosa y rubia...
Un día la princesa -vaya usted a sabes porqué- dió un beso al feo y gordo campesino... y, mágicamente, éste se transformó en un esbelto y apuesto principe.

Por lo menos, así lo veía ella...
Por lo menos, así se sentía él...

1 comentario:

Ro dijo...

el amor es ciego y siempre va a compañado de la locura...