jueves, 16 de abril de 2009

Mario Benedetti

"Había una especie de comunión, y, cuando hacíamos el amor parecía que cada hueso mio se correspondía con un blando hueco de ella, que cada impulso mio se hallaba matemáticamente con su eco receptor. Tal para cual. Igual que cuando acostumbraba a bailar con la misma pareja. Al principio, a cada movimiento corresponde una réplica; después, la réplica responde a cada pensamiento. Uno solo es el que piensa, pero son los dos cuerpos los que hacen la figura"















Cada parte de tu cuerpo, cada sensación/caricia/roce/todo lo que me das, se une a una cadena infinita de recuerdos bajo llave, que solo se compartir contigo. Por eso y por más, lo cursi roza lo transcendental, la eternidad se queda pequeña.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día que pasa, te quiero un poquito más, nunca pensé que llegaría al límite, pero cada día haces de mí el tío más feliz del mundo.

Anónimo dijo...

Cada día que pasa, te quiero un poquito más, nunca pensé que llegaría al límite, pero cada día haces de mí el tío más feliz del mundo.